Las palabras yihadismo y yihadista se han hecho de uso común e incorporado a nuestro vocabulario habitual. Es ese uno de los principales logros de Al Qaeda, organización debilitada como consecuencia de la acción directa sobre sus estructuras pero que, con todo, ha contribuido a la dinamización de este tipo de movimientos y generado una nebulosa en la que, durante más de una década, resultaba un referente único.